sábado, 28 de noviembre de 2009

"Yoho, yoho, un gran pirata soy"


Imagen de la Agencia EFE, encontrada en Euronews

En un primer momento, sorprende que aún hoy exista la piratería (en el concepto estricto de la palabra, no el de la SGAE). Pero luego en una reflexión más profunda se empiezan a ver razones: países africanos subdesarrollados, desnutrición por doquier, gobiernos que son o ineficaces en todo, o eficaces en importación armamentística, ejércitos corruptos, pesca ilegal de barcos europeos en caladeros de esos países, etc.
Luego una se entera de noticias tales como que desde que hay piratería hay mucha más pesca para los lugareños, que no hay guardacostas efectivos para evitar la pesca ilegal europea y que ahora, esa gente que ha arriesgado sus vidas para secuestrar el barco español a base de lanchas motoras y armas de fuego son considerados héroes. Esto hace que cada vez se vaya comprendiendo más la situación, hasta que surgen preguntas como ¿porqué el Gobierno permite que nuestros barcos pesquen ahí? ¿porqué habiendo un inmenso dispositivo militar en la zona no los llevaron "por el buen camino"? ¿porqué sólo se actúa cuando un barco es secuestrado y no se previene?

Lo cierto es que estas preguntas emergieron en mi cabeza a raíz de la conversación con un desconocido en un bar, que me confesó que era marinero y que había estado 5 meses en una fragata en el Índico el pasado verano. Me contó que cuando veían una lancha motora de piratas, lo único que podían hacer era perseguirles y disparar a su alrededor para que se parasen. Si lo hacían (muchas veces, después de horas de persecución) los pobres diablos levantaban la mano y gritaban "¡SailorsSailors!". Una vez tiraban sus armas al mar no podían hacer nada y los dejaban irse.

Con esta anécdota quiero explicar que la piratería es un asunto muy difícil de abarcar y no se puede pretender hincharse a pegar tiros, como pretenden algunos, o simplemente pagar rescates a diestro y siniestro como de hecho hacen algunos (¬¬).

Y pensaréis, muy bien mujer pero entonces ¿qué se puede hacer? Daré algunas respuestas desde mi humilde opinión:

A corto plazo:

  • Poner MILITARES en los buques (Infantería de marina) lo cual costaría mucho menos al gobierno y a las navieras. Comprendo que a lo mejor tienen motivos profundos para no ponerlos. Pero hasta que no me digan cuales creeré que esta opción es la mejor: 10 militares en cada buque y ni una sola lanchita se atreverá a acercarse.
  • Que se vigile bien a los navíos españoles para que no faenen en aguas prohibidas.
A largo plazo:

  • Que el ministro/a de Defensa TENGA EXPERIENCIA en la defensa. No quiero ser quisquillosa pero me gustaría que el político se ganara su cargo de un ministerio, no de ser ministro y luego lo coloquen así con superglú. Me explico: un ministro de defensa debería tener experiencia de campo. Comprendo y apoyo que el Ejército esté al margen de la política (no quisiera volver al siglo XIX), pero tampoco se puede esperar que el Ministerio de Defensa esté perfectamente regido por una persona sin ningún tipo de conocimientos en ese ámbito cuando llega al cargo. Un poquito de "por favor", que por lo menos sea alguien que lleve algún tiempo en ese ministerio y lo asciendan. (Aunque claro, como fuera de otro partido la liamos, pero el absurdo de la política- sistema electoral español da para largo y no hay tiempo).
  • Que se promueva una iniciativa para el desarrollo de toda la zona costera de Somalia (lo ideal sería toda África, pero hay que empezar por algo) y así se pueda cumplir el dicho de "Si les das un pescado, comerán un día. Si les enseñas a pescar comerán toda la vida" con la ligera modificación de "Si les das un pescado y robas el resto, comerán un día. Si les enseñas a pescar y tu lo haces donde debes, comerán toda la vida". Aunque claro, a Europa no le conviene perder caladeros...

Y por todos los santos, ¡no entrenes a militares somalíes si vas a dejar que siga gobernándoles los mismos!

jueves, 26 de marzo de 2009

Negra sombra que me asombras...


Ilustración: Fotografía denuncia tomada por la propia autora el 20/3/09 en la playa de Doniños, Ferrol. Aún queda chapapote.

Las costas gallegas siguen impregnadas por su oscuro pasado.

La catástrofe que se inició allá por el 2002 con el vertido del Prestige continúan arrastrándose en todos los ámbitos (políticos, ecológicos, pesqueros, etc.).

Esta breve reseña trata de desencriptar informaciones a las que no se les concedió mucha importancia, pero que a la hora de hacer una retrospectiva 7 años después se pueden mirar desde otro prisma. También intentaré reflejar un poco de la situación actual y detalles y declaraciones que me han parecido curiosos por no decir aberrantes.

En primer lugar, cómo no, hay que hablar del panorama político, mal que me pese. Por supuesto, un desastre de tamaña magnitud no produjo la unión de todo el mundo contra el enemigo común (el vertido, por aquello de no convertir a Galicia en el nuevo surtidor de Repsol) pero no, ésto es imposible para la variante de la raza humana llamada “política”. Pero bueno, como la autocrítica brilla por su ausencia en el panorama político, nunca anda mal una oposición que haga críticas constructivas. Una vez más, esto parece un imposible para nuestros amigos, que se dedican a meter el dedo en la llaga con objetivos políticos. Pero resulta que ese corredor atlántico pegado a la costa lleva mucho más tiempo de lo que estuvo en PP en el gobierno, no obstante, hasta el Prestige nadie se interesó mucho, por aquello de la falta de publicidad, tal vez.


Pero vayamos al grano: los representantes del Gobierno, en ese momento, tuvieron que tomar una decisión en tiempo muy limitado, con poca información y mucho riesgo (vaya, la definición perfecta de la tarea de un político, ojalá me hubiera salido en el examen de filosofía política…), lo cual no siempre es fácil. Les pusieron contra la espada y la pared con estas opciones: conducir el buque a una ría (Ferrol, la mejor preparada, con instalaciones perfectas para el caso; o Coruña) o mandarlo lo más lejos posible.

Muchos expertos afirman que metiendo el petrolero en una de las rías se hubieran podido minimizar enormemente los daños. Pero habría que tener en cuenta que aunque las consecuencias en el total de las costas gallegas serían mucho menores, las consecuencias de llevar a cabo una operación así habrían sido irreparables para la zona (imagínense sólo una parte de las 63.000 toneladas de chapapote que se esparcieron por el mar enfocadas en una sola ría…Terrorífico). Ningún político querría cargar con eso, y menos el capitán marítimo de la ciudad de Ferrol, Antonio de Real, que supuestamente mezcló sus intereses políticos sobre el ayuntamiento de esta localidad con los consejos de enviar el buque a su puerto. Finalmente, el juicio por la responsabilidad del director de la Marina Mercante (resuelto hace pocos días) falló a su favor alegando que las condiciones del buque no dejaban otra opción que alejarlo, en la dirección que se ordenó.

Otro problema que encontramos aquí. A la hora de alejarlo fue cuando se presentaron los primeros síntomas (luego mucho más acusados) de que no existía un buen sistema para afrontar estos casos, lo cual justificaba el Conselleiro de Pesca de la Xunta de Galicia, Enrique López Veiga, con declaraciones como ésta: "no podemos tener un barco [anticontaminación] para un accidente aislado". La gracia (por llamarlo de alguna forma) es que en los últimos 30 años, Galicia ha sufrido 7 de las 10 mareas negras producidas en Europa. Sin palabras…

Y no sólo esto, sino que además el petrolero ya tenía sus días contados (fue botado en los 70), por lo que en su última reparación en China le hicieron un defectuoso apaño con piezas de acero de un grosor inferior al original, para ahorrar dinero (total, si va a desguazarse pronto…), y encima estas reparaciones fueron aprobadas por la clasificadora de ABS.

Y por si esto fuera poco, las autoridades desmentían que se estuviesen produciendo fugas una vez el barco se hundió, aunque científicos portugueses afirmaran precisamente lo contrario, hasta que se hizo demasiado evidente como para seguir con ello. ¿Y por qué habrían de mentir (y no sólo en ésta ocasión)? Se pregunta una. Claramente porque lo primero es aceptar que existe un problema, pero ese capítulo de barrio Sésamo se lo perdieron. Sin pensar en el descrédito que causaría más tarde, se lanzaron a hacer desde un primer momento declaraciones que no se ajustaban a la realidad, tales como que la marea alejaría el vertido de la costa (perla soltada por Arsenio Fernández de Mesa, Delegado del Gobierno en Galicia) o que el vertido estaba controlado gracias a la rápida actuación de las autoridades y que no habría daños para las poblaciones pesqueras ni para la flora y fauna marinas (del imaginativo Miguel Arias Cañete, Ministro de Pesca de por entonces).


Pero como en toda calamidad para el mundo, aparecen heroicidades como la de los mejilloneros de la ría de Arousa quienes, aterrados por las consecuencias de la destrucción del medio del que viven, salieron a la mar en sus humildes embarcaciones para enfrentarse cara a cara con la marea negra que amenazaba con arrasar una de las zonas acuícola y “marisqueiras” más ricas del mundo. Incluso con sus propias manos. Pero el fuel ganó la batalla, y el vertido lamentablemente terminó entrando en la ría.


No había medios. Las barreras antimareas eran insuficientes y muchas se terminaron rompiendo, los remolcadores españoles utilizados para llevar el buque mar adentro eran sólo tres, absolutamente insuficientes. Pero lo peor de todo, sin duda, fue la mala gestión del Gobierno que luchaba contra viento y marea (que ironía, como el buque) para salvarse el culo, perdonen por la expresión, ante una oposición movilizada para hundir más el dedo en la llaga, mientras miles de ciudadanos pasaban sus horas en las playas de toda Galicia para eliminar el vertido con el sudor de sus frentes.


Pero (y aquí está el dato que más me abruma), frente a la movilización de estos más de 300.000 voluntarios, aún hubo navíos que tuvieron la desfachatez de aprovechar el momento para limpiar sus tanques de fuel con agua marina (al parecer práctica muy habitual, lo cual también es alarmante). Aunque la situación ya era imposible de empeorar, esta falta de Humanidad, conciencia ecológica o como mínimo vergüenza parece impensable.


Ya terminando quiero resaltar que los partidos (PSOE y BNG) que prometieron la creación de un corredor atlántico más alejado de la costa, son los mismos que gobiernan y apoyan la planta de gas en medio de la ría de Ferrol (una colocación geográfica innecesaria e inadecuada, además de un peligro para una población demasiado pegada a la planta, pero dejemos este tema para otro día).


Y finalmente quiero llamar la atención a todo el que lea esto para decirle:
¡NO, GALICIA AÚN NO ESTÁ RECUPERADA!
¡EL PASADO CAMBIO DE GOBIERNO, POCA ACCIÓN Y MUCHO CUENTO!


En resumidas cuentas, aún queda mucho por hacer, aunque no lo parezca. Aún queda chapapote enterrado bajo la arena y sobre las rocas. Por no hablar de las posibles consecuencias cancerígenas a largo plazo como resultado de la asimilación del fuel en los microorganismos de los que se nutren los peces que luego ingerimos.


OTRAS FUENTES (por links):







lunes, 23 de marzo de 2009

El maestro Groucho

El increíble Groucho Marx dijo sabiamente una vez:

"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un
diagnóstico falso y aplicar después un remedio equivocado".

Y 32 años después de su muerte, no sólo no se ha avanzado en ésto, sino que ha ido a peor...

miércoles, 18 de marzo de 2009

El racismo del siglo XXI

No hablaré del racismo tradicional, de ese asqueroso prejuicio por el color de la piel, sino de uno nuevo que puede surgir pronto fruto de laboratorio. Hablo del “bebé a la carta”:

Crónica sobre el conflicto genético (s.XXI- mediados XXII)


El problema surgió donde muchos otros del siglo pasado nacieron, en el laboratorio. El proceso era muy simple: se analiza una célula de cada embrión y se implantan en la madre los únicos que no tengan problemas. Esto nos tentaba con la maravillosa utopía de un mundo sin enfermedades de herencia genética, sin problemas predispuestos por tu ADN, sin malformaciones. Pero, como siempre, el dinero se metió de por medio, ya que, si podemos hacer bebés más sanos, ¿porqué no más guapos y fuertes?
Está claro que todo el mundo quiere tener un hijo perfecto, y por primera vez en la Historia se podía pagar por ello, así que todos aquellos que tenían dinero acudieron en masa a los primeros centros donde se aceptaban esos encargos, hasta que se convirtió en el negocio más rentable que pudiera haber. Cuanto más dinero tuvieras, más podrías predeterminar en tu futuro hijo.
Aparentemente (para los científicos), esto sólo supondría que muchas mamás repelentes consiguieran el bebé rubicón y bochecho que siempre habían querido, y todos contentos. Las organizaciones a favor de la gestación natural, por mucho que pusieran el grito al cielo, no consiguieron mermar sus fuerzas, por su imagen de retrógradas.
Pero llegó un momento en el que el mundo estaba plagado de esa gente físicamente perfecta. Así, se distinguía perfectamente quién provenía de una familia pudiente y quién no. Llegó a ser tal la distancia entre los “modificados” y no “modificados” que la sociedad se dividió. Si un “modificado” se cruzaba con un “natural”, se cambiaba a la otra acera. Los colegios solo albergaban a niños de un tipo. Y las empresas, obviamente, los preferían por sus cualidades (nunca pedían baja por enfermedad, la imagen empresarial era más estética, etc.), por ello te pedían tu tipo de gestación en el currículo... La sociedad se estaba estratificando, y ya no parecía haber solución.
Las “castas inferiores”, aquellos que eran de gestación natural, tardaron algún tiempo en revolverse. Reclamaban su derecho a no ser perfectos, y empezaron a manifestarse. Los organismos gubernamentales pactaron entonces la tasa empresarial y escolar de “naturales”. Pero eso sólo conseguía más diferenciación, ya que de la convivencia surgían choques y protestas.
Se pusieron las primeras bombas en centros de modificación genética prenatal, surgieron los primeros asesinatos sin sentido. Se podía mascar la tensión en el ambiente…
Pero en medio de esta vorágine ocurrió algo insospechado. Las chicas perfectas ya no tenían gracia, las había a millones. Pero si había un colmillo algo torcido o unos ojos oscuros en vez de azules como el resto, eso las convertía en “exóticas”. También el cine nos trajo iconos valorados por su imperfección, personajes masculinos algo desgarbados, con mucho moflete, o con un pelo “fuera de catálogo”, etc.
En este momento, se empezó a poner de moda la “modificación sana”, aquella que sólo afectaba a la salud. Las mamás repelentes ahora querían un “bebé sorpresa” (no porque les apareciera en el vientre a lo inmaculada concepción), aquel que no se sabe cómo será hasta que se asome de la madriguera.
Es así como se consiguió una harmonía entre lo natural y lo modificado, y la sociedad cada vez que niveló más, hasta que hoy, a mediados del siglo XXII, se puede decir que por fin hemos erradicado ese racismo. El objetivo se centra ahora en conseguir que la siguiente generación vea como negativa la mentalidad que propició esta separación, para que no resurja ese mal.



Si queréis enteraros más del tema, pinchad aquí
. Además, aquellos que hayáis visto la película Gattaca, encontraréis un tufillo bastante reconocible en el relato. Qué decir, ya todo está inventado. Aunque intento creer (por mi propia supervivencia) que no…
Y por favor, recordad que sólo planteo una situación para que se reflexione sobre lo que se está haciendo ahora, no porque crea que el mundo vaya a explotar por ello. Así que discúlpenme si he sido muy apocalíptica.

jueves, 12 de marzo de 2009

Comienzo del viaje...

Espíritu de este bloj

Estimados lectores/as (por ahora debería decir "muy estimado único lector"):

Este bloj (como decimos algunos hispanohablantes) es una fantasiosa forma de añadir mi granito de arena al Mundo, de aportar mi espero que mínimamente interesante punto de vista a este nuestro planeta, aunque sea mucho suponer que llegue muy lejos. ¡Pero hay que ser positivos! Escribo aquí para realizarme yo misma y para compartir mis ideas -esperando que no lleguen a manos de un psicólogo-.
Pero me estoy enrollando, así que sin más dilación explicaré de qué va esto:
Hace tiempo que pienso en redactar un blog escribiendo relatos reflexivos a partir de las noticias de actualidad. De esta forma puedo combinar las dos cosas que más me gustan del mundo (después del chocolate y los bocatas de pollo con lechuga, tomate y...), es decir, la literatura y el periodismo.

Por último, sólo dar un par de instrucciones necesarias para el lector:
1. No tomárselo nunca al pie de la letra (después de todo, es de lo más subjetivo).
2. Tener sentido del humor.
3. Que no te importe la alta frecuencia con la que meto paréntesis en todos sitios, hasta en los lugares más insospechados.

En fin, espero que os (te) guste. Un fuerte abrazo:

La Culpable